En la actualidad, con los avances tecnológicos y la cantidad de información que circula por todos los medios de comunicación incluyendo los masivos; las personas buscan la manera de recordar la mayor información posible.
Pero el problema no está en que recordemos todo, y como dice el fundador y presidente de infonomía, Alfons Cornellá, “No encontramos información relevante porque tenemos demasiada”.
La sobrecarga informativa es la cantidad inadecuada de información almacenada en nuestro cerebro, para evitar esta "infobsidad", daremos algunas pautas a continuación:
- Qué? Es importante resaltar lo que se necesita archivar de la manera más concreta posible.
- ¿Para qué? Debes contextualizar y proponer metas con esa información.
- ¿Quién? Designa roles a cada persona para que la información fluya.
- ¿Cómo? Elige las herramientas y los métodos para realizar la labor de la mejor manera posible.
- ¿Dónde? Identifica los medios por donde vas divulgar la información.
- ¿Cuándo? Deja claro si el proceso es continuo o sólo contiene búsquedas específicas.
- ¿Cuánto? Asigna un presupuesto y con él, las aplicaciones tecnológicas, software y servicios externos.
Cuando dispongamos de todos estos parámetros, debemos pensar en el capital humano pues ellos aportan ideas y son factores claves para el buen funcionamiento de una organización sin sobrecarga informativa.